En la noche del lunes 20 de enero, en el Estadio Centenario, se disputó el primer Clásico del 2025, amistoso por la Serie Río de la Plata. Peñarol llegaba a este encuentro habiendo disputado dos partidos, un empate y una derrota ante Colo Colo y San Lorenzo, respectivamente.
El Carbonero, dirigido por Diego Aguirre, formó de la siguiente manera:
PRIMER TIEMPO
Peñarol comenzó mejor en el partido, con el control del balón y ocasionando las primeras chances de peligro. Apenas corrían 6' de juego cuando, tras una llegada con peligro al área rival, el defensa no logra despejar de buena manera, Jaime Báez aprovecha el rebote y asiste hacia atrás, dejándole la pelota a Eduardo Darias, que define al palo izquierdo del arquero para abrir el marcador.
Este gol temprano hizo suponer a muchos que Peñarol podía llegar a tener un gran partido, pero lamentablemente esto no sucedió. Para sorpresa de muchos, el conjunto de Aguirre se replegó atrás luego de conseguir esa mínima ventaja, dejó venir al rival en varias ocasiones y le permitió tener claras chances de igualar las acciones.
Y así fue: antes de finalizar el primer tiempo, a los 40', Nacional logró el empate tras un remate de afuera del área de Nicolás Rodríguez, que remató al palo que defendía el guardameta Aurinegro, Guillermo De Amores, al cual no se le puede quitar responsabilidad ya que estaba cubriendo su valla en ese preciso sector.
SEGUNDO TIEMPO
En el complemento el partido pasa a jugarse de ida y vuelta; sin grandes chances de peligro, pero notándose ya una baja en el rendimiento del plantel Carbonero.
En 60' de juego aparecen las primeras modificaciones: Maximiliano Olivera, Damián Suárez y Javier Cabrera dejaron sus puestos en cancha a Lucas Hernández, Pedro Milans y David Terans, quien volvía a jugar para el Carbonero tras su último paso en el año 2021.
El transcurso del complemento se caracterizó por las pocas emociones en cancha, y la búsqueda de Aguirre, mediante las variantes, de un cambio en el rendimiento. A los 72' hizo ingresar a Diego García y Felipe Avenatti, reemplazando a Jaime Báez y Maximiliano Silvera; y faltando minutos para llegar a los 90', se decidió por la salida de Eduardo Darias y el ingreso de Ignacio Sosa.
Muchos pensaban que la tanda de penales era el destino de este partido, pero una vez más, Peñarol, víctima de minutos fatales, no supo mantener el resultado. Ya no es la primera vez que al Carbonero le definen un partido en apenas instantes. Ya en los descuentos, en un contraataque del rival, Léo Coelho se enfrenta al colombiano Diego Herazo y no logra cortar la jugada, que termina con el delantero rival definiendo mano a mano ante De Amores para convertir.
La desesperación del final del partido con un resultado en contra llevó a que, en un córner a favor de Peñarol sobre la Tribuna Colombes, el arquero De Amores fuese a buscar el empate. En el tumulto, Herazo logra despejar en largo encontrando a su compañero Lucas Villalba, que no tiene problemas en convertir en un arco vacío.
Más allá de este partido, que no deja de ser amistoso, la preocupación recae en la incapacidad de Peñarol para mantener un resultado y las dudas que genera en varias zonas del campo de juego. Lo que es más complejo: el próximo domingo 26 de enero tendremos un nuevo Clásico, esta vez oficial, por la Supercopa Uruguaya, que se vuelve un compromiso ineludible con la victoria.